Un mismo lucero

 Por tantos caminos vanos te he buscado, perdida en compañías solitarias, en fantasías sombrías. Por tantos sueños me ofusque, por tantas lágrimas me vacié, por tantos recuerdos me cegué. Tantos suspiros callé, tantas palabras grite, tantos versos borré, tantos silencios escuché... hasta creer que eras solo utopía, que no existías. Y me resigné a seguir andando, como sombra que lentamente se desvanecía. 

Pero tu sonrisa impertinente se posó en mi mirada, tu presencia serena invadió mi alma y un beso robado bajo la luna, despertó mi corazón esquivo. Y en este atardecer de mi vida, ya no me asusta la noche profunda, porque estás aquí; porque serán tu alma y la mía un mismo lucero, alumbrando la penumbra.

Ale Soria.

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